En 2019, las regiones de Pinheiros y Butantã fueron ocupadas por 15 esculturas creadas por el artista que hacían referencia a un cubo - un objeto utilizado para la eliminación de residuos cada vez más presente en el espacio público.
Las esculturas tenían la forma y el tamaño original de un cubo de basura, pero estaban ahuecadas y formadas únicamente por líneas metálicas a su alrededor, apuntando a la reflexión sobre el exceso de residuos que produce la sociedad. Actualmente se generan 20 mil toneladas de residuos al día en la metrópoli y hay miles de puntos irregulares donde la gente se deshace de cualquier cosa.
"La intervención señala un nuevo significado visual a un objeto cotidiano que sirve para desaparecer con la basura. Pero la basura no desaparece, sino que cambia de lugar".
Srur explica:"se trata de cubos conceptuales que también reflexionan sobre la necesidad de desechar nuestros residuos mentales. De ideas y pensamientos inútiles para la sociedad y para nosotros mismos.
Durante la exposición, las esculturas se trasladaron periódicamente y se instalaron en otros puntos urbanos. Así, fueron emigrando poco a poco a las afueras de la ciudad. "No hay magia con nuestra basura. El desplazamiento de las esculturas simboliza esta perversa desaparición de los residuos a lugares lejanos y desatendidos de la sociedad", concluye.
Durante la exposición, el artista realizó un ensayo fotográfico de estos lugares donde se instalaron los cubos, abordando algunos puntos dramáticos de la metrópoli donde la basura y la eliminación irregular dominan el paisaje urbano.
Srur también participó en la exposición"Medio Ambiente: Arte y Movimientos" en el MuBE - Museo Brasileño de Escultura y Ecología. La exposición pretendía reafirmar la vocación del museo de defender el medio ambiente. El artista presentó el vídeo producido en 2016 con una caçamba dentro del CEAGESP, el principal centro de distribución de alimentos de São Paulo, un lugar donde se desperdician toneladas de alimentos diariamente. En la actuación documentada, el artista arroja comida dentro de la escultura que luego es retirada por un camión.
Metal y pintura para automóviles
250 x 165 x 120 cm
